I El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida), contra el que hoy científicos de EEUU y Tailandia han presentado una vacuna, afecta a 33 millones de personas en el mundo, según datos de 2007 publicados por el Programa de la ONU contra el Sida (ONUSIDA). La vacuna anunciada hoy sólo tiene una efectividad del 31,2%, aunque es un primer avance después de 20 años de infructuosas investigaciones para lograr una inoculación contra el mal. - AGENCIA ATLAS
No se sabe por qué funciona la mezcla de dos medicinas inútiles por separado
El ensayo ha durado tres años en Tailandia, con 16.400 voluntarios heterosexuales y que no pertenecen a ningún grupo de riesgo concreto. Entre la mitad que recibió placebo se han dado 74 nuevos infectados de VIH, por sólo 51 en la mitad que recibió el fármaco. La vacuna, por tanto, previene un 31% de los contagios.
La carga viral, por otro lado, es la misma en los infectados de ambos grupos, luego la vacuna es puramente preventiva. No serviría como tratamiento en las personas ya infectadas. Éste es "el dato más fundamental que ha salido del ensayo tailandés", según Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas que ha financiado el estudio junto al Ejército norteamericano, el Gobierno tailandés y los fabricantes.
Muy poca gente creía en este éxito. El propio Fauci reconoce que desconfiaba del ensayo y que su puesta en marcha fue una decisión "polémica". Quienes se obstinaron en llevarlo adelante fueron los militares. Preguntado ayer en una teleconferencia por la razón de ese empeño, el teniente general Eric Schummaker, cirujano general de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, respondió: "La primera responsabilidad del Ejército es proteger a nuestros soldados". Del sida, en este caso. El Pentágono ha puesto 105 de los 420 millones de dólares que ha costado el ensayo, dijo el jefe militar del proyecto, coronel Jerome Kim.
La vacuna es en realidad una mezcla de dos vacunas antiguas que habían fracasado por separado: la ALVAC de Sanofi Pasteur -el líder mundial en vacunas-, basada en el virus aviar canary pox, y la AIDSVAX de VaxGen, una pequeña compañía de San Francisco luego adquirida por una organización no lucrativa, Global Solutions for Infectious Diseases. Los científicos no tienen ni idea de por qué ha funcionado la mezcla de ambas, llamada RV144. Ni el propio Fauci confiaba en ello.
Fauci no cree que esta vacuna concreta llegue a usarse. Ni siquiera cumple las condiciones para aprobarse por la FDA: va dirigida contra las cepas del virus comunes en Tailandia, y podría no funcionar en África; se ha probado en heterosexuales sin grupo de riesgo, y podría no funcionar en otros casos; faltan muchos estudios que llevarán "varios años", y su mera producción en masa requiere inversiones imposibles de planificar con la escasa información actual.
El director del NIAID afirma que el ensayo aporta un resultado esencial, pero para buscar otras vacunas mejores. El propio vicepresidente de investigación de Sanofi, Jim Tartaglia, descartó ayer -en la misma teleconferencia que Fauci- presentar esta vacuna concreta a licencia, al menos antes de "varios años" de investigación.
"El ensayo tailandés es un gran éxito científico", dijo Fauci, "pero también un jarro de humildad que nos recuerda lo poco que sabemos sobre el comportamiento del VIH y la cantidad de trabajo que falta para aclarar puntos esenciales". Insistió en que el más esencial de todos es el inesperado desacoplamiento entre el contagio (donde la vacuna funciona) y el curso de la infección (donde no funciona). El científico está convencido de que es una clave muy valiosa, porque permitirá saber en qué respuestas inmunológicas concretas se basa el efecto protector de la vacuna y buscar el modo de estimularlas.
La organización no lucrativa más destacada por su apoyo a la investigación en la vacuna del VIH, la Iniciativa Internacional por la Vacuna del Sida (IAVI), recibió el ensayo tailandés como "una noticia muy emocionante y un logro científico de importancia". Su representante en España, Joan Tallada, reconoce dificultades imponentes entre ese logro y su aplicación clínica.
"Con un 30% de protección, habría que hacer malabarismos para estimar la relación coste / beneficio", dice, "y producir la vacuna a escala masiva es un esfuerzo demasiado grande -requerirá construir nuevas plantas industriales- para tomar la decisión sin conocer ese dato".
Otro problema aún mayor es que la mayoría de los países africanos, incluidos los más afectados por el sida, carecen de las mínimas infraestructuras necesarias para distribuir la vacuna y administrársela a la población. "Si mañana tuviéramos las dosis necesarias, no habría forma de hacérselas llegar a las personas", dice Talladas.
Los expertos también coinciden en que debe ser la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien coordine los años de investigación que quedan por delante. La tarea no cabe en ninguna entidad menor.
Impacto del VIH
- El porcentaje de personas que viven con VIH se ha estabilizado desde 2000, pero el número de afectados -33 millones actualmente- crece por la mayor esperanza de vida de los contagiados. En 2007 hubo 2,7 millones de contagios y dos millones de muertes.
- África subsahariana es la región más afectada. En 2007 le correspondieron el 67% del total de afectados y el 72% de las muertes por esta causa.
- Las mujeres representan el 50% de quienes viven con el VIH y más del 60% en África subsahariana.
- Los jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años suponen el 45% de los nuevos infectados.
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