La exposición al plomo en el medio ambiente está perjudicando el desarrollo intelectual y emocional de los niños, afirma una nueva investigación.
El estudio publicado en Archives of Diseases in Childhood (Archivos de Enfermedades en la Infancia) señala que los efectos tóxicos del plomo en el sistema nervioso central "son obvios" incluso debajo de los llamados "niveles seguros" de plomo en la sangre.
Los investigadores recomiendan que los límites de seguridad sean reducidos en 50%.
Por ley, el plomo ha sido retirado de la gasolina en la mayoría de los países del mundo, pero todavía se encuentra ampliamente propagado en el medio ambiente y en artículos como pintura, tuberías de agua, juguetes y otras fuentes.
El estudio, llevado a cabo en el Centro para la Salud del Niño y el Adolescente de la Universidad de Bristol, intentaba analizar si había algún efecto en la conducta y desarrollo intelectual de los niños que tenían niveles de plomo justo debate de los niveles "seguros" de 10 mcg/dl (microgramos por decilitro) o la décima parte de un litro de sangre.
Impacto en educación y conducta
Los científicos tomaron muestras de 582 niños de 30 meses de edad. Descubrieron que 27% tenían niveles sobre los 5 mcg/dl.
Estos resultados ponen de manifiesto la importancia de los factores medioambientales en el desarrollo, y los pediatras deberían analizar más el plomo en la sangre de los niños con problemas de comportamiento.Prof. Alan Emond
Posteriormente siguieron el desarrollo de estos niños tomando registros a intervalos regulares y analizando su rendimiento académico y patrones de conducta a los 7 y 8 años.
Después de haber tomado en cuenta factores que podrían influir en los resultados, los investigadores descubrieron que los niveles de plomo en la sangre que los niños tenían a los 30 meses mostraban una asociación importante con el logro educacional, la conducta antisocial y los grados de hiperactividad cinco años más tarde.
Los niños que tenían niveles de hasta 5 mcg/dl no mostraron efectos obvios.
Pero los que tenían niveles de entre 5 y 10 mcg/dl mostraron grados significativamente más bajos en lectura (49%) y en escritura (51%).
Los niños que tenían niveles mayores de 10 mcg/dl tenían tres veces más posibilidades de mostrar patrones de conducta antisocial y ser hiperactivos que los niños con los niveles más bajos de plomo en la sangre.
Efectos adversos
Los efectos de la toxicidad de plomo en los niños fueron descritos por primera vez en 1892 en Australia.
Desde entonces los niveles aceptables de plomo en la sangre han disminuido drásticamente.
En 1991, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, revisaron los niveles aceptados a 10 mcg/dl.
La Organización Mundial de la Salud cree que en todo el mundo la mitad de los niños que viven en zonas urbanas menores de cinco años tienen niveles de sangre que exceden este límite.
El profesor Alan Emond, quien dirigió el actual estudio, afirma que un 30% de los niños estudiados tenían niveles de sólo la mitad del límite "seguro", y sin embargo también mostraban efectos adversos.
"El plomo en el organismo es uno de muchos factores que tienen un impacto en la educación" dice el investigador.
"Pero estos resultados ponen de manifiesto la importancia de los factores medioambientales en el desarrollo y los pediatras deberían analizar más el plomo en la sangre de los niños con problemas de comportamiento".
"Nosotros llevamos a cabo este análisis cuando los niños tenían unos dos años y medio. Pensamos que ésta es la edad en que los niños suelen ingerir más plomo porque se llevan todo a la boca para explorar el ambiente que los rodea".
"Ésta es una fase normal que después queda superada, pero para los niños con problemas de desarrollo, como el autismo, podría ser una fase más larga y eso los hace particularmente vulnerables" afirma el profesor Emond.
En el Reino Unido la recomendación de la Agencia de Protección a la Salud (HPA) es que la exposición al plomo se mantenga "al mínimo de lo prácticamente razonable".
"Esta ha sido la política del Reino Unido y de muchas agencias de salud en el mundo durante muchos años" afirma un portavoz de la HPA.
"Las medidas han mostrado que los niveles de plomo en niños y adultos han disiminuído marcadamente durante las últimas dos décadas, principalmente debido a estas políticas".
Las principales fuentes de plomo en un hogar son la pintura, el polvo, las tuberías de agua, la tierra que rodea a la casa, la pintura en los juguetes de los niños, las cuentas de collares y las luces que se usan en navidad.
BBC Ciencia
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