Es domingo por la noche y, durante todo el día, el tema de este post ha estado dando vueltas en mi cabeza. Después de la entrega anterior, esperaba no escribir más sobre la gripe AH1N1, y voy a cumplir mi palabra. Este post no será sobre esa ahora “degradada” gripe, que al momento de escribir esta nota, ha sido confirmada ya en 25 personas en el Perú y que está causando más preocupación que la debida en el mundo entero.
Este post no será sobre la gripe AH1N1, sino sobre una de las consecuencias de su llegada al Perú: la cortina de humo que su presencia ha descorrido sobre los ojos de los peruanos y que nos impide ver uno de los problemas más graves y vergonzosos que una sociedad pueda permitir en sus pobladores: que decenas de seres humanos se mueran de frío por ser pobres, anónimos, desprotegidos y vivir en las punas de nuestro país.
Hasta hoy, y con más de 30 días de epidemia; la página web de la Organización Mundial de la Salud, cuya directora no ha parado de alarmar incesantemente a la humanidad entera, reporta 86 muertes por la gripe AH1N1 en todo el mundo.
Hasta el viernes pasado, el número de niños muertos por el frío en las serranías del Perú llegaba a 119, pero según un programa dominical que estoy viendo ahora, al parecer ya son 134 (el Minsa no da datos oficiales en su página web).
Es decir, amable lector, más niños han muerto de frío en el Perú que todas las víctimas causadas en todo el planeta por la tan mentada gripe AH1N1. ¿Qué le parece? ¿Y sabe qué? Estoy seguro de que usted no ha visto ningún titular al respecto.
Es más, le cuento que para los peruanos que vivimos en el exterior, la única fuente de noticias peruanas en la televisión es la señal del Canal 4 de América Televisión, un canal al que considero serio y confiable. He grabado y analizado el noticiero nocturno principal de los días miércoles, jueves y viernes y estos son los datos de cobertura de esos dos sucesos, el de la gripe AH1N1 y el de la muerte de decenas de niños peruanos por el frío. Por si acaso, la noticia de la muerte de los niños se dio a conocer durante la mañana del miércoles 20 de mayo.
Miércoles 20 de mayo:
Tiempo para la gripe AH1N1: 10 minutos.
Tiempo para la muerte de decenas de niños peruanos por el frío: CERO minutos.
Jueves 21 de mayo:
Tiempo para la gripe AH1N1: 17 minutos.
Tiempo para la muerte de decenas de niños peruanos por el frío: UN minuto.
Viernes 20 de mayo:
Tiempo para la gripe AH1N1: Catorce minutos (incluyendo casi 5 minutos para una señora que se quejaba amargamente de que su hija no había recibido una adecuada atención de descarte de la gripe, y un minuto y medio de un episodio de argentinos apedreando un ómnibus en el que viajaba un chileno agripado).
Tiempo para la muerte de decenas de niños peruanos por el frío: CERO minutos (hubo una nota de un minuto dedicada al impacto del frío sobre las cosechas).
Resumen de los tres días estudiados:
Total de tiempo dedicado a la gripe AH1N1: 41 minutos.
Total de tiempo dedicado a la muerte de decenas de niños peruanos por el frío: UN SOLO MINUTO (en el noticiero del jueves).
Estoy seguro que si alguien hiciera el análisis de los noticieros de otros canales de televisión durante esos tres días, descubrirá exactamente lo mismo: la obsesión de los medios de comunicación con la noticia “sexy” y sensacionalista, y su indiferencia con la noticia sustantiva y de impacto social. Sería bueno que alguien lo haga también con los periódicos.
Este problema de la gente que muere de frío es recurrente, como lo serán los problemas causados por inundaciones y sequías en el verano del próximo 2010. Parece que en el Perú siempre se tienen que esperar las muertes de inocentes personas para recién aplicar los “planes de contingencia”.
Y para aquellos que están pensando que no se puede hacer nada y que el frío matará de todas maneras a los pobladores de la puna, el demógrafo Roland Rau del Instituto para la Investigación Demográfica Max Planck de Alemania, describió lo que él llama la "paradoja estacional" Paradoja estacional.pdf, en la que el número de muertos por frío en países de clima templado como Irlanda, Portugal, Italia e Inglaterra es MAYOR al número de muertos por frío en países fríos como Canadá, Rusia, Noruega, Finlandia o Suecia. La explicación es que aquellos que viven en climas fríos han sido entrenados (y tienen todas las facilidades) para guarecerse del frío y los que viven en zonas más templadas, simplemente “se descuidan”.
Un estudio hecho en Yakutsk en la Siberia, una de las regiones más frías del mundo y que durante octubre a marzo tiene temperaturas promedio de -27 grados Celsius, encontró que esas bajas temperaturas no aumentan la mortalidad de sus pobladores. Eso es porque ellos usan las vestimentas adecuadas (más de 4 capas en promedio), se guarecen en zonas abrigadas (probablemente bien construidas con la debida asesoría técnica) y prenden la calefacción (probablemente obtenida e instalada con la ayuda y la asesoría de alguna organización o gobierno). La mayoría de las muertes en estos lugares son por accidentes producidos cuando la gente sale a trabajar.
En otras palabras, estimado lector, si la gente no se muere de frío en los países escandinavos, en Canadá o la Siberia, ¿por qué muere por decenas cada año en el Perú? Y lo que es más grave, ¿por qué la indiferencia y la tolerancia a esos hechos por parte del público, la prensa, las autoridades y los políticos?
Es más, en algunas entrevistas radiales sobre las muertes por el frío, funcionarios y periodistas recalcaban que la principal causa de esas muertes era “la negligencia de los padres de familia porque no acuden rápidamente a un centro de salud”. Al respecto, estadísticas del INEI han demostrado que mientras en Lim, una persona necesita solo 11 minutos para llegar a un centro de salud, en esas zonas altoandinas, el tiempo promedio es de 58 minutos. ¿Se imaginan a una pobre madre cargando en sus brazos a un niño con fiebre y caminando durante más de una hora en la altura para llegar a una posta médica?. ¿Y que encima la acusen de “negligente”?
En ese sentido, el lema de la campaña del friaje del 2008 “Respiración rápida, Rápido al establecimiento de salud” es sin duda una burla a esos pobladores. Lo ideal sería que los profesionales de salud lleguen a los pobladores, pero como se puede leer en el Documento Técnico: PLAN NACIONAL DE CONTINGENCIA TEMPORADA DE FRÍO 2008, publicado por el Minsa en abril del 2008, DTPlan_Contingenciafrio.doc de los 9.021.940,00 de soles destinados a lidiar con el frío, solo 375.000,00 (4%) fueron destinados al “desplazamiento de brigadas médicas para brindar atención preventiva a la población de las zonas afectadas y priorizadas”.
Para terminar, ya espero que ustedes se hayan dado cuenta que esta famosa gripe AH1N1 no es más que una gripe común y corriente y que tiene una letalidad del 0.8%, lo cual significa que de 100 personas atacadas, 99 sobreviven. Hay mas probabilidades de morir atropellado por una combi que de enfermarse y mucho menos morir por la gripe AH1N1. Somos víctimas del pánico creado por medios de comunicación sedientos de trasmitir información sensacionalista, episódica y sin criterio de perspectiva.
Quiero compartir con ustedes estos dos artículos que denuncian precisamente esa situación de “rehenes de los medios de comunicación” en la que hemos lamentablemente caído en las últimas semanas.
El primero es del Dr. Marc Siegel de la Universidad de Medicina de Nueva York. El segundo es del columnista Jorge Camil del diario La Jornada de México.
Y si usted todavía se pregunta si las inútiles mascarillas son necesarias, comparto este artículo.
Me parece increíble que los medios de comunicación hayan quedado tan deslumbrados con la gripe AH1N1 que se han quedado ciegos para ver cómo el frío y la indiferencia ocasionan más muertes en niños andinos que todas las muertes causadas en el mundo entero por la famosa gripe AH1N1.