Generalidades
La peste es una zoonosis (1) que circula sobre todo entre animales pequeños y sus pulgas, pero la bacteria que la causa (Yersinia pestis) también puede infectar al ser humano. Su transmisión entre los animales y el ser humano se hace por la picadura de pulgas infectadas, contacto directo e inhalación o, más raramente, ingestión de materiales infecciosos. La peste humana puede ser muy grave, con una tasa de letalidad del 30% al 60% si no se trata.
La enfermedad suele comenzar con síntomas seudogripales tras un periodo de incubación de 3 a 7 días. Es típica la presentación brusca de fiebre, escalofríos, cefalea y dolores generalizados, debilidad, náuseas y vómitos. La infección clínica puede manifestarse de tres formas, dependiendo de la vía de infección: bubónica, septicémica y neumónica.
• La peste bubónica es la forma más común y se debe a la picadura de pulgas infectadas. El bacilo inoculado a través de la piel por la picadura se desplaza por el sistema linfático hasta el ganglio más cercano, donde se multiplica rápidamente, produciendo su inflamación. El ganglio linfático inflamado, denominado «bubón», es muy doloroso y en la fase avanzada de la infección puede abrirse a la piel y supurar.
• La forma septicémica puede producirse cuando la infección se disemina directamente a través de la sangre, sin que existan bubones evidentes, o más frecuentemente en las fases avanzadas de la peste bubónica, en las que también hay Y. pestis en la sangre.
• La forma neumónica es la más virulenta, pero también la menos frecuente, y suele deberse a la diseminación secundaria de una infección bubónica avanzada. La peste neumónica primaria suele deberse a la inhalación de aerosoles de gotículas infectivas y puede transmitirse de persona a persona sin la intervención de pulgas ni otros animales. En ausencia de tratamiento, la peste neumónica tiene una tasa de letalidad muy elevada.
La peste es endémica en muchos países de África y en la antigua Unión Soviética, las Américas y Asia. En 2003 se notificaron 2118 casos, 182 de ellos mortales, en 9 países. El 98,7% de estos casos y el 98,9% de las muertes se registraron en África. Hoy día, la distribución de la peste coincide con la distribución geográfica de sus focos naturales.
Tratamiento
El diagnóstico y el tratamiento rápidos son esenciales para reducir las complicaciones y la letalidad. En la actualidad hay métodos terapéuticos eficaces (administración de antibióticos y tratamiento de apoyo) que permiten curar a la mayoría de los pacientes, siempre que se diagnostique a tiempo.
Prevención
El objetivo de las medidas preventivas consiste en informar a las personas de las zonas donde hay peste zoonótica activa para que tomen precauciones contra las picaduras de pulgas y la manipulación de animales muertos mientras estén en zonas endémicas de peste. Hay que evitar el contacto directo con tejidos infecciosos y la exposición a pacientes con peste neumónica.
Reconocimiento de los casos, intervención médica e investigaciones sobre
• Identificar la fuente de infección más probable en la zona donde se haya producido la exposición de los casos humanos, tratando de encontrar zonas con gran mortandad de pequeños animales, e instaurar medidas de saneamiento y control apropiadas para detener la fuente de exposición.
• Asegurar la difusión entre los trabajadores de la salud de información sobre las zonas con transmisión activa de la peste, las características clínicas de la enfermedad y la definición de casos.
• Comprobar que a los pacientes se les está administrando tratamiento antibiótico apropiado y que en la zona hay provisión de antibióticos suficiente para hacer frente a nuevos casos.
• Aislar a los pacientes con peste neumónica.
• Obtener muestras para la confirmación mediante pruebas de laboratorio.
Pruebas de laboratorio
El diagnóstico y la confirmación de la peste requieren pruebas de laboratorio. La confirmación óptima consiste en el aislamiento e identificación de Y. pestis mediante cultivo de muestras del paciente. Dependiendo de la forma de presentación de la enfermedad, las muestras más apropiadas para las pruebas rápidas y el cultivo son el aspirado de los bubones, la sangre o el esputo. La infección también se puede confirmar examinando muestras de suero obtenidas en las fases tempranas y tardías de la infección (seroconversión). Hay tiras reactivas cuya utilización sobre el terreno ha sido validada para detectar rápidamente la presencia de antígenos de Y. pestis en los pacientes. Ante la sospecha de peste se deben recoger muestras para enviar al laboratorio.
Vacunación
Anteriormente se utilizaron mucho las vacunas contra la peste, pero no se ha demostrado que constituyan una medida eficaz para prevenir la enfermedad. No se recomienda la vacunación como forma de obtener protección inmediata ante un brote. La vacunación sólo se recomienda como medida profiláctica para grupos de alto riesgo, como el personal de laboratorio expuesto constantemente al riesgo de contaminación.
Vigilancia y control
• Se deben realizar investigaciones para identificar las especies de pulgas y otros animales implicados en el ciclo enzoótico (2) de la peste en la región, y elaborar un programa de gestión ambiental para reducir el riesgo de diseminación.
• El establecimiento de una vigilancia activa a largo plazo de los focos zoonóticos y la respuesta rápida destinada a reducir la exposición durante los brotes epizoóticos (3) son medidas que han tenido éxito en la lucha contra la peste humana.
(1) Una zoonosis es una enfermedad que puede transmitirse de otros animales vertebrados a seres humanos . La palabra se deriva del griego zoon (animal) y nosos (enfermedad). En general se trata de enfermedades que existen normalmente en otros animales vertebrados, pero también afectan a los seres humanos.
(2) Enzoótico, es el equivalente no humano de endémico.
(3) En veterinaria una epizootia (del griego "epi", por sobre, y "zoo", animal) es una enfermedad contagiosa que ataca a un número inusual de animales al mismo tiempo y lugar y se propaga con rapidez. Su término equivalente en medicina es epidemia.
TRATAMIENTO: Las personas con peste necesitan tratamiento inmediato y, si éste no se recibe dentro de las 24 horas siguientes al desarrollo de los síntomas iniciales, la muerte puede ser inevitable.
Para tratar la peste se utilizan antibióticos como estreptomicina, gentamicina, doxiciclina o ciprofloxacina. Generalmente, también se necesita oxígeno, líquidos intravenososintravenosos y soporte respiratoriorespiratorio.
Los pacientes con peste pulmonar son aislados rigurosamente de otros pacientes. A las personas que hayan tenido contacto con alguien infectado con este tipo de peste se las vigila cuidadosamente y se les suministran antibióticos como medida preventiva.
Dr William Alfonso Cabanillas Cajamarca
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