Puede ser una forma de exteriorizar problemas físicos o emocionales que lo afectan.
Por: M. Luján
Pensar que un niño se orina en la cama por engreído es un grave error. Un menor, de más de 5 años, puede tener enuresis nocturna (micción involuntaria), debido a problemas orgánicos o emocionales que los adultos deben aprender a identificar.
La pediatra María Elena Arnao explica que a nivel orgánico un menor puede orinarse en la cama debido a alteraciones en sus órganos o por un factor genético.
“Los niños pueden tener infecciones urinarias o la vejiga pequeña, por lo que no pueden retener mucho líquido. También podrían orinarse por herencia, porque sus padres se orinaron de niños”, señala.
Para descartar estos males se debe llevar al menor a un pediatra y de ser necesario, iniciar tratamiento. La enuresis se trata con una hormona artificial y con alarmas. Esta última se coloca en la zona de la vejiga, a fin de que lo despierte cuando debe ir al baño.
CAUSAS EMOCIONALES
Si el niño no tiene lesiones orgánicas se debe considerar las causas emocionales. Según la psicóloga de “Psicoemotiva”, Virginia Arroyo, si su hijo ha sufrido alguna pérdida, un cambio o es maltratado puede ser susceptible a la enuresis. “Orinarse en la cama puede ser un medio de escape de los niños para exteriorizar sus miedos y necesidades de afecto”, manifiesta la experta.
Ante esta situación, los padres en lugar de recurrir a técnicas equivocadas como descalificar, humillar o burlarse del infante, debe analizar a qué situaciones extremas ha sido sometido su hijo en los últimos meses para ayudarlo.
También debe entrenarlo. Darle todas las facilidades para que acuda al baño en la noche. Puede dejarle la luz prendida, colocar un recipiente para que orine y evitar darle líquido dos horas antes de que se acueste.
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