Mosquitos transgénicos contra el dengue en Panamá
Alberto Nájar
BBC Mundo
Lunes, 28 de mayo de 2012
El dengue es uno de los mayores problemas de salud pública de Panamá. Y para combatirlo las autoridades sanitarias planean diseminar millones de mosquitos Aedes aegyptigenéticamente modificados, que impedirían la reproducción de la especie vectora de la enfermedad.
Los insectos están programados para competir -y ganar- por las hembras y procrear larvas que morirán casi enseguida.
La estrategia, que ya se experimentó en varios países, ha sido cuestionada por grupos ambientalistas y académicos, que temen daños al ecosistema panameño.
Pero el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de Salud (Icges) dependiente del Ministerio de Salud y responsable del proyecto, descarta que haya problemas.
A los mosquitos transgénicos se les crea una proteína letal que impide el desarrollo de las larvas del insecto, y en caso de que sobrevivan no podrían transmitirse a otros seres vivos.
"Lo que se piensa es que el riesgo, si existe, es extremadamente bajo", le dice a BBC Mundo Néstor Sosa, director del Instituto.
"Se han hecho experimentos alimentando a otros seres con estas larvas y no se ha visto ningún efecto. Y las posibilidades de que el hombre entre en contacto con éstas son muy remotas", agrega Sosa.
Machos vs hembras
Los mosquitos transgénicos que se pretenden diseminar en Panamá fueron diseñados por la empresa Oxitec, del Reino Unido, que también ha emprendido proyectos en otros países con alta incidencia de dengue.
El proyecto consiste en modificar un gen de los insectos macho, el cual se transmite a los huevecillos cuando se aparean con las hembras.
"Se han hecho experimentos alimentando a otros seres con estas larvas y no se ha visto ningún efecto. Y las posibilidades de que el hombre entre en contacto con éstas son muy remotas"
Néstor Sosa, director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de Salud
Cuando éstos se desarrollan en larvas mueren antes de completar la metamorfosis. El proceso se repite en cada ciclo de procreación, lo cual provoca que cada vez sean menos los insectos que nacen.
En el caso de Panamá el objetivo es reducir hasta en 80% las poblaciones de Aedes. Los sobrevivientes pueden ser controlados con métodos tradicionales.
El resultado sería una reducción importante en el contagio de dengue, especialmente del tipo hemorrágico que cada año causa la muerte a decenas de panameños.
Los investigadores del Icges esperan que la Comision Nacional de Bioseguridad autorice la importación de los huevecillos modificados genéticamente, e iniciar la experimentación en el laboratorio.
Luego los insectos serían diseminados en un área controlada, que en este caso sería una zona rodeada de bosques cerca de la capital de Panamá, y en caso de que hubiera éxito se podría aplicar en el resto del país.
Los primeros resultados, dice Sosa, empezarían a fluir en 2014.
Tetraciclina
Pero no todos comparten el optimismo del Instituto Gorgas.
Camilo Rodríguez Beltrán, investigador de la Universidad del Desarrollo de Chile, dice que es necesario completar todas las pruebas antes de aplicarla en campo.
"El problema es que la estrategia tiene un bache: hay una cantidad de mosquitos que van a sobrevivir", dice en conversación con BBC Mundo.
"Varios de los insectos genéticamente modificados van a permanecer en la naturaleza, y algunos serán hembras que transmiten el dengue", añade.
"El problema es que la estrategia tiene un bache: hay una cantidad de mosquitos que van a sobrevivir"
Camilo Rodríguez Beltrán, investigador de la Universidad del Desarrollo de Chile
Habría, entonces, una nueva población de Aedes modificados sin presencia previa en los ecosistemas. Hasta ahora se desconoce el impacto que tendrían en el entorno.
Hay, además, un riesgo adicional. La modificación genética se anula cuando los mosquitos entran en contacto con tetraciclina, un medicamento que en aguas limpias -el hábitat natural del Aedes- no existe, pero que sí aparece en desechos urbanos.
Algunos estudios muestran que poblaciones pequeñas de Aedes sobreviven en estos espacios. ¿Puede anular la estrategia panameña contra el dengue?
No, responde Sosa. La cantidad de tetraciclina en aguas residuales es "mucho menos" de la que necesitan las larvas del insecto para completar su desarrollo.
Y aunque lograsen sobrevivir, su número sería tan pequeño que no afectarían en la incidencia de contagio del dengue.
Contexto
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Mosquitos transgénicos contra el dengue en Panamá
Alberto Nájar
BBC Mundo
Lunes, 28 de mayo de 2012
El dengue es uno de los mayores problemas de salud pública de Panamá. Y para combatirlo las autoridades sanitarias planean diseminar millones de mosquitos Aedes aegyptigenéticamente modificados, que impedirían la reproducción de la especie vectora de la enfermedad.
Los insectos están programados para competir -y ganar- por las hembras y procrear larvas que morirán casi enseguida.
La estrategia, que ya se experimentó en varios países, ha sido cuestionada por grupos ambientalistas y académicos, que temen daños al ecosistema panameño.
Pero el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de Salud (Icges) dependiente del Ministerio de Salud y responsable del proyecto, descarta que haya problemas.
A los mosquitos transgénicos se les crea una proteína letal que impide el desarrollo de las larvas del insecto, y en caso de que sobrevivan no podrían transmitirse a otros seres vivos.
"Lo que se piensa es que el riesgo, si existe, es extremadamente bajo", le dice a BBC Mundo Néstor Sosa, director del Instituto.
"Se han hecho experimentos alimentando a otros seres con estas larvas y no se ha visto ningún efecto. Y las posibilidades de que el hombre entre en contacto con éstas son muy remotas", agrega Sosa.
Machos vs hembras
Los mosquitos transgénicos que se pretenden diseminar en Panamá fueron diseñados por la empresa Oxitec, del Reino Unido, que también ha emprendido proyectos en otros países con alta incidencia de dengue.
El proyecto consiste en modificar un gen de los insectos macho, el cual se transmite a los huevecillos cuando se aparean con las hembras.
"Se han hecho experimentos alimentando a otros seres con estas larvas y no se ha visto ningún efecto. Y las posibilidades de que el hombre entre en contacto con éstas son muy remotas"
Néstor Sosa, director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de Salud
Cuando éstos se desarrollan en larvas mueren antes de completar la metamorfosis. El proceso se repite en cada ciclo de procreación, lo cual provoca que cada vez sean menos los insectos que nacen.
En el caso de Panamá el objetivo es reducir hasta en 80% las poblaciones de Aedes. Los sobrevivientes pueden ser controlados con métodos tradicionales.
El resultado sería una reducción importante en el contagio de dengue, especialmente del tipo hemorrágico que cada año causa la muerte a decenas de panameños.
Los investigadores del Icges esperan que la Comision Nacional de Bioseguridad autorice la importación de los huevecillos modificados genéticamente, e iniciar la experimentación en el laboratorio.
Luego los insectos serían diseminados en un área controlada, que en este caso sería una zona rodeada de bosques cerca de la capital de Panamá, y en caso de que hubiera éxito se podría aplicar en el resto del país.
Los primeros resultados, dice Sosa, empezarían a fluir en 2014.
Tetraciclina
Pero no todos comparten el optimismo del Instituto Gorgas.
Camilo Rodríguez Beltrán, investigador de la Universidad del Desarrollo de Chile, dice que es necesario completar todas las pruebas antes de aplicarla en campo.
"El problema es que la estrategia tiene un bache: hay una cantidad de mosquitos que van a sobrevivir", dice en conversación con BBC Mundo.
"Varios de los insectos genéticamente modificados van a permanecer en la naturaleza, y algunos serán hembras que transmiten el dengue", añade.
"El problema es que la estrategia tiene un bache: hay una cantidad de mosquitos que van a sobrevivir"
Camilo Rodríguez Beltrán, investigador de la Universidad del Desarrollo de Chile
Habría, entonces, una nueva población de Aedes modificados sin presencia previa en los ecosistemas. Hasta ahora se desconoce el impacto que tendrían en el entorno.
Hay, además, un riesgo adicional. La modificación genética se anula cuando los mosquitos entran en contacto con tetraciclina, un medicamento que en aguas limpias -el hábitat natural del Aedes- no existe, pero que sí aparece en desechos urbanos.
Algunos estudios muestran que poblaciones pequeñas de Aedes sobreviven en estos espacios. ¿Puede anular la estrategia panameña contra el dengue?
No, responde Sosa. La cantidad de tetraciclina en aguas residuales es "mucho menos" de la que necesitan las larvas del insecto para completar su desarrollo.
Y aunque lograsen sobrevivir, su número sería tan pequeño que no afectarían en la incidencia de contagio del dengue.
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